miércoles, 8 de febrero de 2012

Ya no tienen autoridad

Hasta ahora he repetido varias veces que los profesores tienen mucho que ver con que la educación sea mejor y se reduzca el fracaso escolar. Sin embargo no siempre está en sus manos. He de mencionar un asunto que no es para nada agradable ni lógico desde un punto de vista ético. Es la pérdida de autoridad de los profesores frente a los alumnos.

Hace años si le contestabas mal a un maestro podía darte una lección a base de golpes con una regla, por ejemplo. Y además cuando el alumno iba a casa y se lo contaba a sus padres recibía otro golpe con lo que el padre tuviera a mano. Paralelamente, en el siglo veintiuno, un alumno puede decirle de todo al profesor sin que este pueda defenderse, y cuando va a casa y lo cuenta van y denuncian al colegio. ¿...Estamos locos? Vale que no está bien agredir al alumno, no es la mejor forma de educar, pero hemos llegado a un extremo en que el alumno agrede al maestro y sale impune.

Los profesores deberían ser la figura más respetada y admirada de nuestra sociedad. Gracias a ellos tenemos educación y cultura, saben más que nosotros sobre la materia que nos imparten y deberían tener unos valores éticos y morales ejemplares. La ley debería darles un margen de autoridad para situarlos por encima de los estudiantes. No estoy diciendo que se les dé carta blanca para agredir u ofender, pero sí darles un estatus que imponga respeto sobre los alumnos como lo tienen los policías municipales, jueces y médicos.

Un estudio realizado por el Observatorio Estatal de la Convivencia Escolar, en el que participaron 301 centros de Educación Secundaria de todo el Estado, 23.100 alumnos/as y 6.175 profesores, mostró que entre el 10 y 15% de los profesores definen la convivencia en sus centros como negativa. Asimismo, el 10% de los profesores dejarían la profesión si pudieran, y el 15% de los alumnos cambiarían de centro dadas las dificultades por crear buen ambiente con sus compañeros y profesores. Son porcentajes relativamente bajos, pero que representan a más de 2.000 alumnos y 600 profesores.

Para acabar sólo quiero dar dos mensajes, uno a cada colectivo. Por una parte a los profesores, que no se dejen intimidar por una pandilla de niñatos y que se imponga desde el principio, sin dejar margen ya que si comienzas cediéndoles terreno acabarán comiéndote. Y a los alumnos, ¿Qué os pasa? ¿Por qué no os dedicáis a estudiar y labraros un futuro? Empezad a daros cuenta de lo que estáis haciendo ya que intimidar a un profesor puede que os haga sentir "guays" delante de vuestros compañeros, pero no dejáis de ser una lacra par la sociedad.

Si no respetamos ni a los que deben educarnos, apaga y vámonos.

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